MARIA OSTIZ
MARIA DOLORES ORTIZ ESPILA, es una cantante española, más conocida mundialmente con su propio nombre artístico de MARIA OSTIZ, nació en Avilés (Asturias) el día 8 de junio del año de 1944. Con tan sólo cuatro años se traslada a vivir a Navarra con su familia. En Pamplona sigue estudios de canto y posteriormente se instala en Madrid para estudiar arte dramático. Obtiene también la Licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad de Navarra.
|
|
En 1965 graba su primer disco, Buscando el amor, con la
compañía RCA y bajo el nombre artístico de Lorella. En 1966 ya
con Hispavox comienza a definir su propio estilo musical como
solista de marcado carácter acústico e influencias populares y
folk. Acompañada de su guitarra, en años sucesivos cosecha
éxitos tanto versionando canciones populares como N’a veiriña do
mar o Miña Rianxeira como con temas propios como No sabes cómo
sufrí o Un pueblo es. En 1976 gana el Festival de la Canción de
la OTI con el tema Canta cigarra. Casada con el futbolista del
Real Madrid Ignacio Zoco, finalmente se retiraría del mundo de
la canción.
|
|
Discografía, Buscando amor (1965) María Ostiz (1967). María
Ostiz (1968). María Ostiz (1970). Lo mejor de María Ostiz
(1973). Pinceladas (1975). Canta cigarra (1976). María Ostiz
(1977). Lo mejor de María Ostiz vol. II (1983). Las alegrías se
van (1985). Mujer (1987). María ostiz: Éxitos de dos en dos
(1967-1978) (1998).
|
|
Simplemente María Ostiz
Procedente de Pamplona, ha llegado a Madrid la cantante María
Ostiz para dar cuatro recitales en la sala Florida Park. Su voz
es hermosa. Su declaración de principios resulta transparente:
dice cantar para el obrero y el patrón, para el niño, el anciano
y la flor. Su problema es que de continuo confunde sencillez con
monotonía, austeridad con frigidez, poesía con sopor. Segrega
soledad María Ostiz frente al páramo de una sala semivacía. Trae
pantalones aterciopelados, chaleco negro con adornos de plata y
una blanca camisa rozada por la rubia cabellera. Se abraza a su
guitarra, se deja acompañar por otro músico de rostro ruboroso,
se dispone a cantar: «Tener que contentar a tanta gente ... ».
Indica que no viene a demostrar nada, y que canta porque así lo
quiso Dios.Ella a se ve como un árbol pequeño, que, al calor de
la gente, es más fecundo. Es un árbol de jardín interior, con
hojas hogareñas y casi navideño. Parece incluso que es de
plástico. Se balancea al son de una bonita voz, pero sus frutos
son insípidos. Canta María al aire, a una niña con «piel de
escarcha en sus manitas / y fuego en el corazón», canta para el
obrero y el patrón. Y no se mueve del taburete donde esta
sentada. El público ovaciona lo que reconoce: «A veces, algunas
veces, / el cantor tiene razón ... ». Pero las canciones, viene
a añadir, son difíciles de cazar, pues no entran de buenas a
primeras por el balcón. Buena compañera, saluda el verso
agridulce de Serrat. Habla de libertad con gestos envarados. Va
de la letra con mensaje a la trivialidad impalpable: «Qué
hermoso es el día / en el que ha nacido / el amor en ti. / Te
ríes, te ríes, / te sientes feliz». Ella parece colmada de
felicidad, piensa que un pueblo es abrir una ventana una mañana
y respirar. Tal vez así empezó María Ostiz, una espléndida voz,
una compositora nada despreciable, pero que se equivoca
radicalmente de repertorio y de gestos. Confunde un escenario
con una sacristía. Y uno siente lástima de ese error congelado,
pues ella -simplemente María- confiesa estar asomada al balcón
de su guitarra, buscando con fervor la verdad.
JOSE-MIGUEL ULLAN 14/11/1980
|
|
VIDEO |
|
Datos tomados de muy buenas fuentes, arreglos de José Maria Ruiz Fuentes |
El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |