ADELFA SOTO

 

ENTREVISTA A ADELFA SOTO

 

Adelfa Soto, artista: «Mi padre me rompía los guiones de cine porque había desnudos»

Sobre las tablas desde los 11 años / Recuerda los nombres de todos los espectáculos que ha realizado / Pide un monumento en Málaga para su madre, la Niña de la Puebla / Dirige la escuela de Cante y Copla de la Federación de Peñas

ADELFA, tiene usted nombre de flor.

Adelfa, creo que no hay muchas, nada más que mi hija, una sobrina, y la hija de un fan mío. Mi hija trabaja en una notaría. Llegó allí una señora y escuchó mi nombre. 'Yo también me llamo Adelfa', le dijo, 'mi padre me lo puso porque le gustaba mucho Adelfa Soto'. Pero es un nombre raro. Mi padre me lo puso a mí porque en aquellos años, Antonio el Sevillano, un cantaor flamenco, cantaba una bulería que se llamaba 'Adelfa llevas por nombre'. Total, que a mi padre le gustó y me lo puso. Y así he salido yo, folclórica (sonríe).

Con la ascendencia que tiene...

En mi casa, el que no cante... Mi padre era cantaor de flamenco, Luquitas de Marchena (llamado así porque lo apadrinó Pepe Marchena). Y mi madre, la Niña de la Puebla.

Su familia siempre ha estado muy unida a Málaga.

Aunque no nació en Málaga, mi madre echó sus raíces aquí y aquí se quedó.

Y tiene una calle en Pedregalejo.

No le han hecho todo lo que deberían. Pero no por la gente del pueblo, que adoraba a mi madre. El alcalde de Sevilla quería que se enterrara allí, pero nosotros pedimos traerla a Málaga. Hubo un movimiento para hacerle un monumento en el cementerio y no cuajó. Y lo de Pedregalejo lo tiene porque el barrio entero lo pidió. Esa espinita la tenemos nosotros clavada. Yo no quiero homenajes. A mi madre, o se le hace un monumento en Málaga, o nada. Una cosa digna, donde el pueblo pueda ir a verla, porque se lo merece (emocionada).

Málaga madrastra.

Es que es muy fuerte. Ha sido una figura mundial. Mi madre ponía un anuncio en el periódico que decía: 'se necesita criada que no cante los campanilleros'. Hace ya casi cien años que nació y todavía se escuchan las canciones y dicen: 'eso es de la Niña de la Puebla'.

Vamos a cambiar de tercio. Hábleme de sus comienzos.

Empecé en Málaga, en el programa Fiesta en la radio. Mis padres no sabían que yo cantaba, porque estaban siempre de turné. Mis padres han criado a cinco hijos con su cante, y nosotros nos quedábamos con mi abuela. Mi tío me presentó en el concurso. Cantaba ese día también Chiquito de la Calzada. Tenía 11 años y se armó el taco, la gente quería que siguiera cantando. Cuando volvieron mi madre y mi padre de turné le dijeron lo que había pasado. Me escucharon y me fui en el espectáculo con ellos. Mi padre me daba cinco duritos y cuando llegaba a Málaga me lo gastaba en mis hermanos. En verano me llevaron al circo Price, en Madrid. Valderrama estaba viendo el espectáculo y al terminar le dijo a mi padre que me iba a presentar de figura en el Calderón la siguiente temporada. Me falsificaron la documentación, porque no había cumplido todavía 14 años. Estuve siete años con él y grabé mis primeras canciones. A partir de ahí, muchos espectáculos, mucho trabajo, y siempre de primera figura.

Y también cine, incluso con Farina.

Tengo una película con Farina, otra con el Príncipe Gitano y con Juanito Valderrama. Y podía haber hecho mucho más cine, pero mi padre era chapado a la antigua.

¿No quería?

Me rompió dos o tres guiones que me dieron. La película 'Un caballero andaluz' la iba a hacer yo, pero mi padre dijo que no, que ese ambiente de cine... Venían a convidarme, me traían flores, yo en aquellos tiempos estaba de muy buen ver (risas).

Y ahora también.

(Risas) Es que mi padre empezó en el teatro con pantaloncillo corto, y él veía todo el ambiente y él para su hija... Quería que fuera artista porque le gustaba el cante y el escenario, pero no el ambiente que había por dentro. Me llevaron a Granada a hacer una coproducción italiana, hice las pruebas y un italiano me hacía señas y me decía: 'el papel es tuyo'. El director, loco conmigo. Pero cuando me mandaron el guión, tenía una versión al desnudo de Salomé. No era yo, era una doble, pero mi padre dijo que iba a estar la cara de su hija ahí y que no. Fuera. Y rompió el guión. Aunque me cortó la carrera en el cine, no me ha faltado el trabajo y he podido criar a mis hijos. He trabajado con los más grandes. La mayoría estarán ya en el cielo de juerga.

Hábleme del cine de entonces.

Aquello era, ya ves, con tres perras gordas. En un mes ya estaba la película echa. No había dinero.

¿Y cómo ve ahora el panorama de la copla?

Los nuevos salen, pero no con esa casta y esa pureza que había antes, está todo adulterado.

¿Será el público?

No. El público no es. Llevas un espectáculo de copla y es donde más aplaude la gente. Ovaciones. Es que estoy harta de verlo. Lo que pasa es que a la gente joven no se le ha enseñado. No saben quien soy yo, ni quien era la Piquer, ni quien era Juanita Reina, Marchena. Es una pena, porque es historia de España, es cultura. La gente joven no sabe quiénes eran.

Muchos jóvenes no saben quién es Felipe González.

Bueno, pero al menos está escrito en los libros. Dentro de unos años ya no se acordarán ni de Rocío Jurado. Dicen que no hay afición a la copla y no es verdad. Tengo alumnas de cinco años, mira, ahí las tienes (señala unas fotografías) que vienen de toda la provincia, y de Córdoba y de Granada a ensayar aquí.

Lo relacionan con el régimen anterior.

Eso es una tontería. La copla ha sido del pueblo siempre, de la gente que cantaba lo que ocurría en la calle. (canta) 'Fulanito se ha casado con menganita, y ahora viene el padre y se lo lleva'. En el arte no hay izquierdas ni derechas. La copla es elegancia, es feminidad.

Y ahora, profesora de artistas.

Me llamó la Federación Malagueña de Peñas y estoy muy contenta. Llevo a mis niñas siempre que hay algún espectáculo. Hago lo que me gusta y creo que aporto mi granito de arena para que la copla siga avanzando.

Y más que las niñas, creo que las mayores.

Son mujeres que en su época no les han dejado ser artistas, les han cortado los vuelos, y han cantado toda la vida cambiando a los niños, barriendo y limpiando. Y ahora, van las madres y las hijas, porque ellas en las hijas están haciendo lo que no han podido hacer de jóvenes. Y son felices. Me dicen: «Adelfa, aquí no hace falta ir al psicólogo, tenemos aquí el psicólogo contigo, se nos quita la depresión». No se puede hacer una idea de lo que esas mujeres disfrutan. Van a cualquier sitio con su 'play-back' en el bolso y se arrancan a cantar.

 

17.08.07 - UNA ENTREVISTA DE SUR.es.  DE CASTA. Adelfa Soto es artista de nacimiento y maestra de cantantes malagueños. / SALVADOR SALAS

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