EL LEBRIJANO

 

 

ENTREVISTA A EL LEBRIJANO

 

Juan Peña, el Lebrijano, cuenta que su último disco le ha salido tan bien que gusta a los más puristas

Portada del disco 'Cuando el Lebrijano canta, se moja el agua'-



 

    "Niño, tu padre se ha rendío"
 

"Niño, tu padre se ha rendío". Es la frase que le dijo Juan Peña, más conocido como El Lebrijano, a su sobrino, después de que su hermano, a quien Lebrijano define como el más purista entre los puristas, le dijera que le ha gustado el disco que está presentando estos días, Cuando Lebrijano canta, se moja el agua, por primera vez en muchos años. Lebrijano comenzó con los grandes, junto a La Niña de los Peines y Antonio Mairena, y es un gran conocedor del flamenco. Eso le ha hecho, en una trayectoria profesional de 35 discos, a buscar la manera de acercar este arte a otros estilos. Lo hizo junto a la Orquesta Andalusí de Tánger o con un coro de voces búlgaras. Ahora vuelve con una nueva vuelta de tuerca, un homenaje al escritor colombiano Gabriel García Márquez, adaptando su obra al flamenco. "Estoy como un tonto con el disco", dice Peña de su nuevo trabajo. Con la frase que da nombre a la nueva obra, García Márquez quiso expresar en su día lo que le provocaba el cante de este gitano de ojos azules y voz ronca y profunda.

 Pregunta: Le vi emocionado en la presentación del disco en el Instituto Cervantes...

Respuesta: Estaba emocionado porque yo pensé que esto no iba a llegar nunca. Me he encontrado muy mal, he tenido una operación muy complicada y yo creí que no iba a ver este disco. Lo escuché y ayer me emocioné un poquillo, tuve un momento de echar mi lagrimilla.

P: El disco surge en una frase.

R :Sí. Yo soy amigo de don Gabriel desde el año 86. La verdad es que como he estado tantas veces con Felipe [González, ex presidente del Gobierno] y tantas veces con él, ya no me acuerdo si aquella noche estaba el presidente o no estaba, no lo pongo en pie. En aquella época don Gabriel iba a Sevilla dos veces al año. Una, en primavera, coincidiendo con la Feria de Sevilla. Estaba de moda otro colombiano, César Rincón, casi siempre toreaba, y a él le gustaba mucho. Total, que siempre terminábamos dándole una fiestecita y claro, con cante. Yo iba a todas, así que ya nos hicimos amigos y teníamos nuestras conversaciones. Que ya ves tú de qué iba yo a hablar con don Gabriel, a mí me daba hasta vergüenza hablar con él, pero él preguntaba mucho por los cantes. La mujer de [Manuel] Chaves, presidente del Gobierno andaluz, vino con un papel y me dijo que se lo había dado Gabo para mí. Yo al principio no sabía lo que significaba, pero sabía que era una cosa mu grande pa mí.

P: Y sin embargo, han pasado muchos años hasta poder hacer el disco...

R: Sí, yo he tenido también mis épocas bajas y no estaba yo para cantar. Pero esa es otra historia larga. Yo tengo enmarcado ese papelito, y un día le dije, "don Gabriel, le va a tocar". Y llamé a Casto Márquez, porque claro, yo conozco lo normal: Cien años de soledad, El coronel no tiene quien le escriba, pero para hacer un disco hay que escoger de todo. Y Casto es escritor, y canta y toca la guitarra, y le pedí que escogiera diez temas y los adaptara.

He estado dos años dándole vueltas. Yo lo he querido hacer lo mejor posible. Era un disco muy complicado, yo me estaba jugando el todo por el todo, pero el amor que yo le tenía a este hombre me impulsaba a hacerlo. La prosa es muy difícil cantarla, y Casto lo que ha hecho es darle una adaptación, aunque sigue siendo prosa. Yo cuando vi las canciones le dije: "Ojú, primo, dónde nos estamos metiendo...".

P: Usted ha cantado a otros escritores antes, pero poesía, nunca prosa. Es mucho más complicado así...

R: Complicado no, complicadísimo. Y buscar las medidas para que después la música entrara. Hay que darle su tiempo, sus pausas... Pero se me cruzó un problema. Yo he arrastrado dos años una anemia que nadie daba con la tecla. Era una úlcera de colon. Metí la voz antes de que diera la cara porque yo pensaba que era mi último disco. Incluso estuve pensando dejar de cantar, porque no tenía yo la voz para cantar. Yo hice el disco como último recuerdo. Lo grabé todo menos un tema porque ya no podía, estaba en un tono alto y yo ya no podía. Y entonces mis sobrinos David [Peña] y Pedro [Peña Dorantes] se encargaron de la producción, así que cuando lo escuché me harté de llorar porque estaba yo más sensible.

P: ¿Por qué palos suena más bonito García Márquez?

R: A mí La Santa me gusta mucho, aunque no tiene un palo, es como una nana, un rezo, una expresión, pero no un cante en concreto. Yo creo que en estos discos buscarle un tema concreto, un cante, es complicado. Tienes que ceder un poco para adaptarlo, dar un poco de libertad, si no, es imposible. Sin embargo, tú escuchas el disco y parece que está hecho con rima... ¡Y no tiene rima ninguna!

P: Y el resultado ha tenido un buen recibimiento.

R: Yo estaba con muchos nervios, a ver si la gente lo entendía, pero al final, la gente lo ha entendido perfectamente. Cuando se hace una cosa nueva no siempre ocurre esto, yo tengo amigos que me han dicho que han tenido que escuchar otros discos míos una vez, y otra vez y otra vez hasta que por fin lo han entendido.

Un fado por soleares

P: Después de tantos años de trayectoria, y de haber tanto en el flamenco, cree que el flamenco está viviendo un buen momento?

R: Mira, antes se cantaba de una forma y ahora se está cantando de otra. Los chavales empiezan porque hay un mercado, y si pegan con un tema hacen muchas galas y se llevan el dinero. Y eso no se le puede cortar a nadie. Y al que le guste cantar, si no estudia las bases, se le va a caer la casa, que es lo que suele ocurrir. Hacen un número, se pegan un año, dos años, pero después, para abajo. Yo estas cosas las comparo con Gaudí. A Gaudí no se le ha caído nunca ni una casa y ha hecho cosas muy bonitas. Si se conocen las bases, los cantes, los has estudiado, tú puedes hacer muchas cosas, porque el flamenco es una música grandiosa.

P: ¿Usted escucha flamenco?

R: De los artistas jóvenes, no. Mis sobrinos me dan a escuchar discos que escuchan ellos, pero no valen, no valen. Yo no digo que tiempos pasados fueron mejores, no, yo lo que digo es que el flamenco tiene unas bases que son primordiales para poder avanzar. Desde que Antonio Mairena murió aquí nada más ha habido tres personas que han tirado del carro, que son Enrique Morente, Camarón a su forma y yo a la mía. Los demás están trabajando gracias al empuje que nosotros le estamos dando.

P: Y fuera del flamenco, ¿con quién le gustaría cantar?

R: Hay una cantante portuguesa que me gusta mucho, Dulce Pontes. Canta como Dios. Le escuché gracias a mi hijo, me encantaría cantar algo con ella. Además el fado, como que hay que unirlo, hay ahí una asignatura pendiente.

P: De la época que comenzaba con la Niña de los Peines, con Antonio Mairena, ¿qué le gustaría que volviera?

R: Hombre, yo sueño con esa época. Yo empecé con Antonio Mairena porque él no tenía coche y yo tenía un Austin Victoria. Yo tendría 25, 26 años. Y él me llamaba para que le llevara a Mairena, al pueblo, desde Sevilla. Había una taberna que se llamaba Casa Libra. Y allí empezaba a beber y aparecía Juan Talega, Juan de la María, Juan Barcelona, que era hijo de la Ruena, que hacía unos cantes por soleá increíbles. Total, que con Antonio era fiesta todos los días, porque al que más le gustaba cantar era a él. En una mala tasca se ponía a cantar. Mairena cuando no bebía era muy saborido, pero en cuanto se tomaba dos o tres tintitos se echaba la mascota para atrás y ya estaba animao... Yo era el más chico de la reunión, pero allí estaba porque tenía coche. ¡Y disfrutaba como un tonto!

P: Después de una trayectoria tan larga, ¿aún se le ocurren cosas que quiere hacer?

R: Pues voy a dar alguna que otra sorpresa, el otro día me vino una idea a la cabeza que yo la tengo que hacer. Es difícil, pero lo tengo que hacer. Llamé a Casto para contársela y nos hemos dado de descanso hasta el después del verano, pero yo sé que él es peor que yo, que ya tiene que estar dándole vueltas para ver cómo lo sacamos.

Pero además de eso, quiero hacer también una antología. Las compañías no quieren antologías, pero bueno, ya buscaré la forma. Estoy preparando cantes básicos. Hay 32 formas de cantar por seguiriyas y yo quiero hacerlas todas. Después creo que hay 40 ó 50 formas de cantar por soleares y también quiero hacerlo, y después unas bulerías y unos tientos. Pero la estoy preparando poco a poco, porque me la está preparando mi hermano, que él es el técnico purista, purista, purista. Es el más purista de todos. Por primera vez en su vida me ha dado la enhorabuena por un disco con este que acabo de hacer. "Esto sí está bien", me dijo. Así que llamé a su hijo y le dije, "Niño, tu padre se ha rendido". Le teníamos prohibida la entrada en la grabación porque nos daba miedo de que nos dijera que lo que estábamos haciendo era una mierda... Yo creo que con este par de cosas mi discografía no va a dar para más? ¡A no ser que surja otra cosa!

ÁNGELES CASTELLANO G. - Madrid - 07/06/2008 El Pais

   

ACEPTAR