ESTRELLA MORENTE

 

 

ENTREVISTA A ESTRELLA MORENTE

 

“La voz es una visita del Señor, un privilegio que te regala”
 
 

Tiene 26 años, nació en Las Gabias (Granada) y pertenece a una saga de artistas. Hija del cantaor Enrique Morente y la bailaora Aurora Carbonell, fue acunada por la guitarra de su abuelo, Montoyita. Vive en Málaga con su marido, el torero Javier Conde, y sus dos hijos, Curro y Estrella, de 6y3años.Este verano ha unido su joven voz a la de la veterana cantante portuguesa Dulce Pontes, en un espectáculo que incluye coplas, flamenco, fado y tango bautizado con el nombre de Dulce estrella. Su gira, que arrancó en Córdoba en julio, se cierra en el marco de la Bienal de Flamenco de Sevilla.

¿Cuándo supo que quería cantar? 

Desde pequeña sabía que quería dedicarme al arte, pero me enganché de verdad a los 15 años, cuando hice unos coros en un disco de mi padre y me llevó de gira. 

¿Cantaba con su padre? 

Hemos cantado muchas veces juntos, pero siempre de una forma muy mágica, nada forzada. 

¿Improvisando? 

Más de una vez. En el Carnegie Hall de Nueva York me colé en el escenario, me senté a su lado y empezamos a hacer la Nana de los pastores. ¡Les encantó! 

¿Sin ensayar? 

El público debió creer que  estaba preparada, pero hacía cinco meses que no la ensayábamos. 

¿El flamenco hay que mamarlo? 

Es importante. Resulta mucho más fácil si has nacido en la cueva, con la madre cantando y el padre bailando... Aunque hoy, con internet, el aprendizaje puede llegar a cualquiera. 

Usted lo tuvo muy fácil... 

Había mucho ambiente en casa. Recuerdo a Pepe Habichuela, Riqueni, Vicente Amigo, o el guitarrista que estuviera trabajando con mi padre. Mi madre les decía: "¡Parad para comer, que está la mesa puesta!". 

¿Vivían en una juerga permanente? 

Era trabajo permanente. Luego mi padre se iba a to mar una copita con ellos cuando mi madre había puesto la cena y los niños habíamos caído reventaos. 

¿Protestaban los vecinos? 

En Madrid vivíamos en un pisito en la Puerta de Toledo, sin lujo ninguno. Muchas veces tuvimos problemas pero al final terminaban nombrando a mi padre presidente de la comunidad. ¡Menudo presidente! 

¿Cuál ha sido la mejor lección de su padre?  

La humana. Nos enseñó a sentarnos a la mesa con las manos limpias, a respetar una comida familiar. Eso nos ha servido después para saber estar fuera. 

¿De quién heredó el oído?

De mi abuela Encarna, la madre de mi padre. De pequeñita colocaba la voz igual que ella. Dicen que el oído te viene siempre de un poquito más atrás, no sé por qué... 

¿Su voz es un don divino? 

Es un don del cielo poder expresarte con un instrumento de tu cuerpo. Es un privilegio que te da el Señor, pienso que te lo puede quitar en cualquier momento. 

¿Lo dice por humildad? 

Es que no hay ningún mérito propio. Son visitas del Señor. La belleza de un caballo en su momento de plenitud es un regalo del Señor. Y la voz es una visita del Señor.  Deduzco que es creyente.  Mucho. Creo en Jesús. 

¿Y a quién reza cuando sube al escenario? 

Más que rezar, oro. Mi abuela me enseñó el Padrenuestro, pero no el rosario. En nuestra época no es fácil ser creyente, ni pertenecer a una Iglesia, sea cual sea. 

¿Por qué? 

Siempre hay alguien empeñado en engrandecerla, o en destruirla. 

¿Cree que cada cual se labra su destino? 

Creo que el destino está escrito y no se puede cambiar, pero cada uno puede pasar por su destino de una forma distinta. Y dejar su estela. 

¿Es ya la artista que soñaba ser? 

Tengo que crecer muchísimo. No se ni la mitad de los palos que quiero saber como cantaora. 

¿Mandaría a la porra a los puristas? 

Si lo hiciera tendría que mandar a la porra a unos pocos. Respeto el purismo, pero que no nos pongan en el paredón por no hacer un repertorio totalmente clásico. 

¿Usted en qué punto del flamenco se sitúa? 

Soy bipolar. El yin y el yang. Son dos polos opuestos, los dos contrapuntos de la vida y de la naturaleza. Creo que un artista no debe conformarse con uno solo, tiene que conocer los dos. 

¿Cuál es la cara y la cruz de la fama? 

Lo peor es la pérdida de anonimato. Alguien que es anónimo es libre. Aunque a mi no me persigue la prensa de forma loca, porque he procurado no interesar en demasía fuera de mi música. 

¿La prensa rosa deforma la imagen de los famosos? 

Da la imagen que tiene que dar, en base a una realidad determinada. Si resulta adulterada hay que mascar la situación, entenderla y, con paciencia, hacerse respetar.

 

Bienal de flamenco  CharoF.Cotta | Actualizado 25.09.2008. foto emcabezamiento Estrella Morente. Cantaora. /Juan Carlos Vázquez

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