FRANCIS PINTO
 

FRANCISCO PINTO MIRACHET, guitarrista payo, más conocido en el mundo del arte de la guitarra flamenca con su propio nombre de  FRANCIS PINTO,  nació en Badajoz (Extremadura) en el año de 1973. Se inicia en la guitarra con Joaquín Ponce y, con posteridad, en 1998 marcha a Sevilla para perfeccionarse. Recibe clases de Manolo Franco, José Luís Postigo y Eduardo Rebollar, en la "Fundación Cristina Heerem".

Guitarrista de una cualidad única,
adquiere técnica en sus toques   
que asombra al mundo entero,
sus dedos acarician sus cuerdas

que hace sentir tanta emoción,
que todas sus notas se deslizan
como una corriente en tu cuerpo,

llevando la pura transmisión
que Francis Pinto nos hace sentir
 por  toda la sangre de las venas.

Actúa con el grupo de Cándido de Quintana, en el espectáculo “Dos música y un sentimiento”, con actuaciones de fados portugueses. Con diversas bailaoras ha recorrido medio mundo, ya que su sentido del compás y buen acompañamiento la hacen ser deseado por sus formas y maneras. Excelente como acompañante y como solista, con depurada técnica. Ha tocado a muchas de las figuras del flamenco y en muchos festivales de España. Ha grabado varios CD`s con todos los cantaores extremeños.

Francis Pinto a recibiendo clases de Manolo Franco, José Luis Postigo y Eduardo Rebollar. Actúa con el grupo de Cándido Quintana en el espectáculo " Dos Músicas y un Sentimiento " con actuación de fados portugueses. Con diversas bailaoras ha recorrido medio mundo, ya que su sentido del compás y buen acompañamiento le hacen ser deseado por sus formas y maneras. Ha tocado a muchas de las figuras del flamenco y en muchísimos festivales flamencos en España. Ha grabado varios CD con cantaores extremeños. Su toque es la pura elegancia.

Francisco Pinto Micharet, guitarrista de Badajoz, consiguió lo que debe buscar un buen guitarrista de acompañamiento: que el cantaor se sintiera a gusto, arropado y acompañado; de esta forma, "El Moñi" pudo sacar todo lo que tenía dentro, que era mucho. Si en algún breve momento, movido por la emoción y el sentimiento, se salía de su sitio, allí estaba Francis Pinto ("qué apellío más flamenco") para "arrecogerlo" como suele decirse. Cuando le llegó su turno, ejecutó unas falsetas, jaleadas por el bullicioso público, de gran categoría. Me quedo con la primera de la tanda de seguiriyas: ¡genial!